miércoles, 6 de abril de 2016

María Antonieta: una figura demonizada útil para la Revolución

PERSONAJES HISTÓRICOS

Tampoco estoy buscando su santificación ni mucho menos, pero quizás María Antonieta no era muy distinta a tantos seres humanos mal criados en cunas de oro, en una época donde la ignorancia de la realeza era frecuente. Padres consentidores, un esposo débil y una enorme fortuna al alcance pueden convertir a cualquier mujer en una pedante derrochadora. Sus actos fallidos, acentuados por el vox populi, colaboraron para que la monarquía perdiera su poca credibilidad restante y desatara una Revolución que se venía gestando lentamente.


Hija de los emperadores de Austria, Francisco I y María Teresa, contrajo matrimonio en 1770 con el delfín de Francia, Luis, que subió al trono en 1774 con el nombre de Luis XVI. Mujer frívola y voluble, de gustos caros, pronto se ganó fama de reaccionaria y despilfarradora. Ejerció una fuerte influencia política sobre su marido, ignoró la miseria del pueblo y, con su conducta licenciosa, contribuyó al descrédito de la monarquía en los años anteriores a la Revolución Francesa.

Sus primeros años… Desde su nacimiento en 1755, María Antonieta había vivido sumergida en la suntuosidad de la corte vienesa, rodeada de atenciones y ternura. Su padre, el emperador Francisco I, la adoraba. La emperatriz María Teresa, como el país entero, estaba embelesada con su hija y no podía negarle ningún capricho. A los 12 años supo que iba a ser reina de Francia. Se aseguraba que María Antonieta poseía un cerebro ingenioso y despierto, pero rebelde a toda instrucción

A los 14 años, cuando se casó con el duque de Berry, entonces Delfín y futuro rey Luis XVI, María Antonieta era ya una deliciosa muchacha espléndidamente formada, con un exquisito rostro oval, un cutis de color entre el lirio y la rosa, unos ojos azules y vivos capaces de condenar a un santo, un cuello largo y esbelto y un caminar digno de una joven diosa.

Su traslado a la realeza francesa…. El matrimonio con el futuro rey de Francia fue bendecido el 16 de mayo de 1770. Hubo fastos, desfiles, grandiosas fiestas y solemnidades. María Antonieta, vital y poco inclinada a la santidad, se aburría soberanamente con su esposo y pronto comenzó a salir de incógnito por la noche, oculta tras la máscara de terciopelo o el antifaz de satén, y a resarcirse con algo más que simples galanterías.

María Antonieta pronto se convirtió en símbolo escandaloso de la más licenciosa corte de Europa. Trataba de agradar y de obrar con acierto, pero no lo conseguía. Sus faltas, exageradas por la opinión pública y consideradas como ejemplo vivo del desenfreno de la corte, no fueron otras que su desprecio a la etiqueta francesa y sus extravagancias, así como sus caprichosas interferencias en los asuntos de Estado para encumbrar a sus favoritas. Derrochadora, imprudente y burlona, la prensa clandestina comenzó a pintarla como un ser depravado y vendido a los intereses de la casa de Austria.

El principio del fin… La caída de la monarquía se fraguó en pocos meses. Ni Luis XVI ni María Antonieta comprendieron el carácter de los cambios que se avecinaban, provocando así su propia ruina. Ya no había posibilidades de reconciliación entre el pueblo y el rey. El intento fallido de huida de los monarcas no hizo sino acentuar esta ruptura y patentizar que el país había dado la espalda a la corona.

María Antonieta acompañó a su esposo a la prisión haciendo gala de un valor que ennobleció su figura, rayana luego en el heroísmo al aceptar con patética serenidad la separación de sus hijos y la ejecución de su esposo en enero de 1793. Trasladada a la Conciergerie siete meses después y encerrada en una celda sin luz ni aire, sin abrigo, vigilada en todo momento por guardias muchas veces borrachos, sus nervios estuvieron a punto de quebrarse en vísperas del juicio. Pero resistió.

Finalmente fue declarada culpable de alta traición y condenada a la guillotina. Subiría lentamente los peldaños del cadalso, redoblarían los tambores, caería la cuchilla y la cabeza ensangrentada, asida por los cabellos por uno de los verdugos, sería mostrada a la multitud vociferante.

En la pantalla grande... Su vida fue reproducida en numerosas películas siendo una de las últimas la versión de Sofia Coppola con una Maria Antonieta bellísima de la mano de Kirsten Dunst


Pregunta del día: ¿Cuál era el nombre del artista conocido como el “pintor de la revolución” que realizó un famoso dibujo de los últimos momentos con vida de María Antonieta?

y la respuesta es.... David. Fue quien pintó a Maria Antonieta cuando la llevaban sentada en una carreta e iba a ser ejecutada en la guillotina. Un dibujo cruel, sin ápice de hermosura.

Gracias Esther Gonzalez por tu respuesta! Espero nos sigas visitando.

Slds!

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Dedicado a Nora Strata, amante de la historia. 

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